Albert Sabater Pla

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Descontrol total. Segunda parte.






6 de enero de 2021


Velocidad de contagio disparada, muertes al alza, UCIS de nuevo en alerta por alta ocupaci—n, pero parece que para los responsables de la educaci—n estos datos no son suficientes para proteger a los ni–os y a las familias. Una vez m‡s se demuestra que la educaci—n continœa siendo un Òaparcani–osÓ para que los pap‡s puedan desplazarse a trabajar o hacerlo tranquilos desde sus hogares.
Los ni–os a la guerra, total, no se contagian igual, segœn continœan manteniendo algunos. Y es que lejos de querer ser alarmista, los datos nos han sido muy halague–os respecto a los datos de contagios entre los menores: M‡s de 30.000 alumnos positivos, 3.000 docentes (PAS y PAE) (Datos Educaci— a 21/12/20)

Pero a pesar de que los datos actuales tienden a un empeoramiento global que puede llegar a ser de tal magnitud que no tenga precedentes, una vez m‡s se antepone la econom’a a la salud, a la vida.

ÁHay que salvar la navidad! Se ha repetido una y otra vez por comerciantes, restauradores, sector del ocioÉ ÀCu‡ntas v’ctimas mortales se hubieran evitado no ÒsalvandoÓ la navidad? ÀY restringiendo el aforo de forma estricta y efectiva en comercios, centros comercialesÉ? Por que las colas sin mantener distancias en estos negocios han sido un autŽntico cachondeo y un insulto para todas las personas que han perdido la vida, al igual que la gesti—n de toda la pandemia desde su inicio, m‡s propio de ÒPepe Gotera y OtilioÓ que del gobierno de un pa’s o una comunidad aut—noma, por que en lo que es gesti—n, ni una ha dado la talla. 

Ahora como si se tratara de una competici—n por ver quien es m‡s inœtil cierran comercios, gimnasios, restringen reuniones familiaresÉ pero mantienen colegios abiertos, por que naturalmente los ni–os, docentes y padres que los acompa–an son inmunes y el virus los reconoce como tales y no les infecta.

Por favor, que pongan a Mister Bean a dirigir los ministerios, conseller’as y departamentos de salud y educaci—n, por lo menos nos reiremos un rato, por que ahora solo da ganas de llorar.