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Los ni–os al cole, propagaci—n segura.
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6 de agosto de 2020
Las previsiones referentes a la pandemia por SARS COVID-19 apuntan a que los contagios ir‡n en aumento los pr—ximos meses y con ello previsiblemente, los fallecimientos por las complicaciones derivadas de la propia enfermedad. Falta poco m‡s de un mes para que empiece el curso escolar y en lugar de intentar encontrar soluciones para proteger a nuestros ni–os y del mismo modo a los nœcleos familiares, es decir, a nosotros mismos, la ONU, organizaci—n de dudosa necesidad cuando realmente se la ha necesitado, urge a los pa’ses a Òreabrir las escuelas para evitar una Çcat‡strofe generacionalÈ. Pero lo que quiz‡s no ha valorado la ONU es que si se abren las escuelas en las condiciones que est‡ previsto hacerlo actualmente, lo m‡s probable es que no debamos preocuparnos por la cat‡strofe generacional, por que dicha cat‡strofe puede llegar a ser global, ya que la apertura sin control de las escuelas puede llevar a un aumento masivo de contagios que puede llevarnos a una situaci—n peor que la que vivimos durante el mes de marzo y abril. La creaci—n de grupos reducidos, no es suficiente para la erradicaci—n del virus, pues si uno solo de los integrantes es contagiado en el exterior del colegio y continœa asistiendo a las clases antes de conocer que est‡ contagiado, contagiar‡ a todo el grupo, y cada uno de los miembros de ese grupo, contagiar‡ a sus familiares, y ellos a sus compa–eros de trabajo, del gimnasio, del barÉ Sin duda la mejor opci—n ser’a invertir para evitar esa Çcat‡strofe generacionalÈ proporcionando a todos los alumnos los medios necesarios para poder estudiar desde sus casas, evitando as’ los contactos con otras personas. Si los gobiernos quieren realmente erradicar esta enfermedad esta es la f—rmula, no hay otra. El resto son excusas baratas. Que uno no sepa quŽ hacer con sus hijos durante las horas laborales no ayuda a la erradicaci—n de esta pandemia, justificar la apertura de los colegios por esta causa es una irresponsabilidad y un ego’smo supino. Hacer de padres tambiŽn es esto. M‡s inversi—n en educaci—n, por que dinero para ello hay. Quiz‡s los se–ores pol’ticos deban apretarse ellos el cintur—n, aunque sea por una vez, y dejar de robar, practicar el pinta y colorea como la alcaldesa de Barcelona. Ahora m‡s que nunca necesitamos que los pol’ticos se comporten como ciudadanos, y por un tiempo dejen de practicar pol’tica y se dediquen a practicar humanidad, sentido comœn y responsabilidad social. ÀQueremos acabar con la pandemia? Pues dejemos a los ni–os en casa, donde se puede aprender igual, o quiz‡s mejor. |